Profesorado de Historia

Al finalizar los dos primeros años del profesorado de Historia, los futuros docentes habrán transitado por una formación general con énfasis en aspectos pedagógicos, didácticos y psicológicos y poseerán los conocimientos científicos básicos para iniciar la formación específica en historia. En los años siguientes, se ofrecen espacios de formación complementaria sustanciales para la adecuada formación en historia, en función de los requerimientos interdisciplinarios del conocimiento en la actualidad. Tal estructuración garantiza, simultáneamente, el dominio de la propia disciplina y la idoneidad del egresado para desempeñarse en el Tercer Ciclo de EGB (ESB), en el Área de Ciencias Sociales. La Formación Docente de Grado en Historia para dicho Ciclo y para el Nivel Polimodal implica profundización en un saber disciplinar que integra aspectos conceptuales y procedimentales propios de las ciencias histórica; introducción en un saber areal integrado por disciplinas tales como Sociología, Economía, Antropología y Política y conocimiento sobre la enseñanza y el aprendizaje de los contenidos de la disciplina y del área.

Resulta relevante para la Formación Docente el análisis y vinculación de los conocimientos científicos, los saberes escolares y la vida cotidiana. La enseñanza de la Historia, en consecuencia, procurará el desarrollo de herramientas conceptuales, analíticas y prácticas que posibiliten al alumno la comprensión de la realidad social inmediata y mediata, tanto en lo relativo a la estructura espacial y los fenómenos que le han dado lugar cuanto a las relaciones entre el presente y la interpretación del pasado.

Los hechos y procesos sociales, históricos y espaciales pueden ser considerados según distintas escuelas de pensamiento; cabe esperar, en consecuencia, del futuro docente de Historia, posturas dinámicas, con múltiples perspectivas para la interpretación la realidad. En ese marco, es importante que otorgue particular valor a la coherencia entre la postura epistemológica disciplinar en la que sustenta su trabajo y su práctica en el aula.

La Historia ha sufrido –en tanto disciplinas- profundos y complejos cambios en la última mitad del siglo. Por una parte, una apertura al análisis de la totalidad de los fenómenos sociales ha superado los tradicionales marcos políticos, militares y diplomáticos; por otra, la expansión de la revolución científico-tecnológica ha generado una nueva organización del territorio y del sistema de relaciones internacionales y ha modificado la valoración de los recursos y del ambiente. Lo que se consideraba inmutable, se concibe, ahora, como una construcción cultural sometida a variaciones en el tiempo y el espacio. Todo ello ha determinado variaciones sustanciales en la concepción de los objetos de estudio, los enfoques y las metodologías de esta disciplina.

La renovación historiográfica ha rescatado como rasgos predominantes de la realidad histórica la complejidad, el conflicto, el cambio, la permanencia. En este enfoque, el sujeto de la historia se identifica con los hombres y mujeres concretos que desarrollan sus acciones en diferentes planos y dimensiones: económico, social, político, cultural.

Mediante la conjunción de los conocimientos particulares de esta disciplina, los de la formación pedagógica y los de la formación especializada, los futuros docentes de Historia conocerán distintos modelos de enseñanza -identificando las concepciones sobre la ciencia, el aprendizaje y la enseñanza escolar que subyacen en los mismos; organizarán secuencias de contenidos y actividades, seleccionarán recursos y estrategias de evaluación específicas y diseñarán acciones apropiadas para la articulación interdisciplinaria y el tratamiento de temas transversales.

De Provincia de Bs. As. DGCyE: Res 13259/99